Una vez más hemos cumplido con la tradición. Tras bastantes peleas para la elección del disfraz y sin saber si nos íbamos a ver en el papel, este año también nos hemos disfrazado y hemos participado en la bajada (salvo alguna espantada sonora). Entre el público había dudas serán mesas de camilla, serán sillas o serán lo que eran es decir erraldoiak.
Con buen tiempo hemos comenzado la mañana con unos buenos potes y el marisco que nos ha preparado nuestro chef particular Txiste, aprovechando los toneles para fumadores, de todo hay que sacar partido.
Después comida como para una boda en la bodega Tere, y tras las fotos de rigor de toda la kuadrilla (habrá que pedir un photocoll en la casa torre) subida a La sardinera a coger sitio en el Miramar, que sino los de la "comi" nos dejan sin berbercio.
Negociación para ver si podemos bajar con nuestros hermanos mayores del Mendialde, y cuando todo parecía que estaba arreglado, la distancia ha hecho que cada uno haya bajado en su puesto.
Pues nada, a esperar hasta las 7:30para empezar la bajada (que bien ensayado teníamos el baile).
Tras la bajada reunión en el hamaiketako ( tal vez la última) y de bailoteo a la txitxarra, hast que el cuerpo ha aguantado.
La semana que viene más y mejor las chicas en Roma y los chicos en Noja.
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