Después de un buen madrugón a las 7;30 hemos embarcado en el Inaxio Potxolo de 12,60 metros de eslora y dos motores de 370 caballos, dispuestos a ver los cetaceos que tenemos en las cercanías de nuestro pueblo. Al principio yo era algo escéptico de que pudiésemos ver ballenas en este viaje, pero tras el agradable seminario que nos ofreció Gorka Ocio en la presentación de la excursión y oyendo las experiencias de las personas que estaban allí y repetían y conociendo un poco más todas las posibilidades de avistamientos que teníamos, sali un poco más optimista y me conformaba con ver delfines.
El comienzo de la travesía nos ha permitido ver amanecer desde la mar, algo que no se hace todos los días. Antes de salir del Abra hemos visto los pescadores de txipirones, y ya un poco más a fuera a los que iban en busca de bonitos.
La jornada empezaba bien, pero el avistamiento se estaba limitando a aves marinas (pardelas y cormoranes) a la pesca de las anchoas y siguiendo a los bonitos. Aquí hemos tenido ocasión de ver un pez luna pero no le hemos visto saltar.
Los cetáceos se estaban escondiendo y el desanimo ya empezaba a cundir entre los diez pasajeros que formábamos la excursión cuando a nuestro alrededor han aparecido unos ejemplares de zifio de Cuvier que nos han alegrado durante un rato la travesía. Y a partir de este momento todos muy atentos a ver si veíamos mas cetáceos en la mar, pero hoy han estado esquivos, no ha podido ser y hemos iniciado el retorno para Santurtzi donde hemos llegado a las 5 de la tarde con una sensación un poco agridulce.
