Como quedamos en la anterior cena de chicos, este fin de semana nos hemos ido a Revilla de Pomar. Como ya se sabía la asistencia no iba a ser muy numerosa y al final solo 5 valientes nos hemos atrevido a pasar la noche en un pueblo en el que la leyenda dice que hay osos que muerden zapatos, corzos que llegan hasta la puerta de casa y jabalís que pueden ser cazados con arco.
La realidad es que los únicos animales que hemos visto han sido los perros que hay por el pueblo, el cabrito y los jibiones que nos hemos comido, todo ello junto a las alubias y la tarta preparada por los señores mayores que se han encargado de toda la intendencia.
El viernes en dos tandas procedimos a llegar al pueblo, primero Kutxabank y el Señor Mayor que salieron a la tarde e hicieron parada técnica en Aguilar de Campoo y después de jugar a palas el tradicional partido de los viernes, el anfitrión, Eloy y el narrador.
La llegada a la casa nos descubrió el frío que puede llegar a hacer por esos lares y eso que la temperatura no era muy baja. Pero pronto lo arreglamos con la calefacción y la chimenea y la ingesta del cabrito y los jibiones regados con buenos vino de la Rioja. Después de cenar tertulia, hasta las tres de la madrugada, en la que arreglamos un poco el país que falta le hace.
El sábado por la mañana de nuevo diferentes grupos Charly y yo nos hemos ido de marcha a Respenda, Kutxabank y el Señor Mayor de compras a Aguilar y Eloy se ha quedado de guardia en la casa. Después a media mañana hemos conocido el mesón y allí al alcalde pedáneo al cual hemos dejado haciendo cuentas de como atravesaran 800.000 ovejas cuidadas por un pastor a caballo y 6 perros una carretera en Idaho.
Contadas unas cuantas batallitas en el mesón alubiada y regreso para Euskadi, que Eloy tiene cena y servidor corre el domingo la Santurtzi Bilbao, no sin antes haber fijado ya la fecha para la próxima quedada a principio de Marzo en un lugar todavía sin concretar, se admiten propuestas.
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